Teníamos los juegos por temporadas, la del arco y las
flechas, los tirachinas, los bolos, el trompo, el pinche, el castillo, el
palo…. Todos estos eran los nombres con los que los conocíamos nosotros, seguro
que en otros lugares se conocerían con otros. Corríamos jugando a tula, al
contra, al cortahílos.., saltábamos a piola, a leche eterna o a la cuerda.
Jugábamos niños y niñas juntos, los de 8 y 12 años. Lo único
que queríamos era jugar y jugar hasta que nuestras madres salieran al balcón a
llamarnos, bien para cenar o bien ya para volver a casa.
Sé que hay cientos de páginas donde se muestran los juegos y
serán los mismos, y seguramente se muestran con más datos y mejor descritos. Yo
voy a tratar de contarlos a mi forma con mis recuerdos, para mi será volver al
ayer, y si alguien lo lee quizá se sienta representado.
Los Bolos (bolas o canicas)
En mi barriada del Campo de Fútbol, entre los bloques
existen unos patios de tierra para tender las ropas. Los cordeles y alambres de acero amarrados a los
barrotes de las ventanas y vegetaciones como zarzas no eran impedimento para
que aquel fuera el escenario de muchos de nuestros juegos.
Hoy quiero hacer referencia al juego de los bolos, cada niño
solía tener una bolsa de bolos de distintos tipos, de cristal, de china, de
barro, de nácar y de acero. Creo que esos eran los tipos y de cada habían
variedades y tamaños. De las de barro incluso habían algunas que las hacíamos
nosotros mismos, esas se rompían pronto, y las de acero eran de los cojinetes. El resto había que
comprarlas.
Aprovechábamos una zona limpia del patio para jugar, allí
llegábamos con nuestras bolsas dispuestos a dejar a los demás sin ninguna.
Teníamos dos tipos de juego, el hoyo y el triángulo, este último era el más
tradicional cada uno ponía bolas en el triángulo y desde una línea a una distancia
intentábamos sacar las bolas y matar a los otros jugadores. Antes tirábamos
desde el triángulo a la línea para ver el orden de jugada, el prime, el segun….
el porra. Cada uno tenía su “maña” para tirar. A veces llegaba alguien mayor,
normalmente, y hacía “garata”, cogía de un puñado bolas del triángulo y salía
corriendo. No llevábamos horas, días jugando. Cuando se acababa la temporada se guardaban los bolos para la siguiente. Y a jugar a otra cosa.
Éstas de mi colección son del tipo y creo que del tiempo en que jugaba con ellas.
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