Esta mañana estaba viendo con mi mujer un video donde aparece la persona que me ha vendido la perrita Marilyn y la familia Telerín, aparecía en el video entre estanterías y vitrinas de su más que impresionante colección. Su comentario, el que me ha hecho pensar, es que no le gusta eso, que pasa a ser acaparador en vez de coleccionista, que todo aquello que tengas que tener almacenado y no llegues a disfrutarlo no le gusta, es más me dijo que a ella cuando le enseño algo que le trae gratos recuerdos le gusta el momento del propio recuerdo pero luego ya el interés decae, y lo veo lógico.
El enemigo en casa, jajaja, no se lo tengo en cuenta porque se de buena tinta que es mi apoyo más incondicional, y además ¿Cuántas personas de las que han visto mi colección y han quedado encantado, querría tener todos esos objetos en su casa?, sin embargo a pesar del comentario ella si, y está orgullosa de la colección y si no lo comprendería.
Pero este comentario que no pasa de ser eso un comentario me ha hecho pensar, cuan incomprendida es esta afición del coleccionista, que no acaparador, cuantos comentarios o gestos habré visto y oído a lo largo de mi vida. Comparto paseo cada mañana, en cada mercadillo, a lo largo del año, con personas que se repiten una y otra vez, un gran coleccionista de postales antiguas, varios de etiquetas de botellas de vino, un señor británico que coleccionas sellos y vitolas, otro de juguetes antiguos, coleccionistas de discos de vinilo, de coches a escala, señoras, alguna con su marido, coleccionistas de muñecas, el propio protagonista del video
Pepe Jiménez o alguien con quien me he cruzado esta mañana en el Baratillo,
José Juan Paredes, marido de una amiga de mi mujer y mía y que posee una inmensa colección de TinTin y de ferrocarriles a escala, mi pregunta es ¿tendrán la misma sensación que yo todos ellos?.
Por ahora, yo no concibo comprar algo para mi propia colección y a las pocas semanas desprenderme de ello, y se que mi mujer lo comparte, no va con mi filosofía de vida, mientras tenga espacio donde ubicarlo y su compra no ponga en riesgo la economía familiar todo va bien. Además el coleccionismo es mi vida, me ha acompañando desde pequeño, lo he vivido en casa, y no puedo ir en contra de mi propia vida.