Ya tengo tren en casa, he contado alguna vez el ¿trauma? que me persigue desde la niñez con el tren que me dejaron los Reyes Magos. Hoy un magnífico lote de Ibertren me lo ha traído de nuevo a la memoria, ahora a pensar que hacer, porque guardarlo en cajas no me apetece. Tiempo al tiempo, seguro que si tomo la decisión de darle salida, algún amante de los trenes en miniatura me lo agradecerá.
Por otra parte un antiguo juego de bolas para rellenar los boletos de lotería primitiva y quinielas futbolística e hípica y una curiosa placa de Socorredor de Empresa, encontrada en Campano, dan el toque de rarezas que tanto me gusta encontrar.
Hoy he vuelto al mercadillo que me introdujo el gusanillo hace muchos años, la próxima semana volveré, la Feria de Jerez de nuevo me hace cambiar de rumbo.
Lote Ibertren escala N
Cosas raras o perdidas en el tiempo