A nuestro padre, mis hermanos y a mi siempre nos gustó el fútbol, siempre hemos seguido los partidos por la televisión, dentro de las posibilidades de los primeros años, por la radio o por el Diario As o Marca. El primer mundial que recuerdo haber visto fue el disputado en Alemania Democrática, corría el año 1974. Con motivo de este acontecimiento, Coca-Cola y Fanta lanzó una promoción de estampas (cromos) que regalaban con la compra de dos botellas de 1 litro. Como todos los chiquillos, nosotros también coleccionábamos las estampas de fútbol y de estas guardo un grato recuerdo.
La selección española por aquellos tiempos aún no tenía el prestigio del que goza actualmente, no llegó a clasificarse para esta fase final. Una grandísima Holanda capitaneada por Johan Cruyff cayó en la final ante la todopoderosa selección anfitriona. De aquella selección triunfadora sobresalían tres jugadores que formaban su columna vertebral, en la portería Sepp Maier, el líbero Franz Beckenbauer y su delantero centro Gerd Müller. Me quedo con éste último, acabo de leer en Diario de Cádiz que Müller cumplió ayer 75 años y lo hizo, como reza en el mismo diario, perdido en las tinieblas del Alzheimer. He sentido una gran tristeza, durante años los hermanos sentíamos devoción por este goleador del Bayern de Múnich y su selección, su mujer ha declarado al Diario Bild alemán "creo que no sufre, es como si caminara dormido hacia el final".
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