Últimos mercadillos del año, la próxima visita ya habremos dejado este fatídico año que no quiero ni nombrar. Para celebrar este acontecimiento he estado acompañado de mi mujer, como buena jerezana debe acudir a su tierra de vez en cuando, aunque he de decir que no se si se habrá arrepentido por lo fresca de la mañana. No ha sido la cosa para tirar cohetes en el Parque González Hontoria, pero me siento satisfecho de la compra, por una parte este magnífico juego de bolos de bolsillo de los años 60 que me ha parecido espectacular y por otra parte ese antiguo ciervo de adorno del árbol navideño, que aparece en la segunda imagen, que si bien su valor es tan solo sentimental por aquel que tuvimos en casa, se ha visto aumentado cuando al darle la moneda a la vieja señora que me lo vendió, la besó y se santiguó para que le diese suerte en el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog