Seguramente las broncas más grandes que me hayan echado en la vida me las haya echado él cuando de muy joven le ayudaba como peón de albañil, alternándolo con los estudios, el día de mi boda al recordárselo me dijo que gracias a esas broncas tenía yo el trabajo que tenía, que aún tengo, seguramente no le faltaba razón. Luego un tiempo más tarde las personas a las que cobraba unos recibos, también para ayudarle a él, me preguntaban si yo era hijo del cartero, noté entonces que era muy apreciado. La mañana de hoy nos ha dejado nuestro tío, en estas fechas en la que tradicionalmente se recuerda a los que se fueron antes.
Aficionado acérrimo a su Athletic de Bilbao le pinchábamos cada vez que salía el tema futbolístico, que eran muchas las veces. Seguramente cada vez que vea a su Athletic por televisión le recordaré, y esta vez querré que gane, por él.
Algo de mi colección, de Comansi, Aupa Athletic
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