Subo una penúltima, última no debe decirse nunca, fotografía de Córdoba. El muñeco vestido de penitente, era el principal motivo de la instantánea, el otro, la veces que pasamos frente al escaparate de la calle Ambrosio Morales. Rebuscar lugares viejos o interesantes me lleva cada semana a caminar muchos kilómetros, la salud me lo agradece, de esos kilómetros Google Maps fue el gran culpable ese día, buscando un lugar me llevó tres veces por el mismo sitio, el escaparate del penitente. Nuestra penitencia estaba servida, muchos metros caminados y a otra cosa.
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