La mayor catástrofe de la historia reciente de Cádiz se produjo la noche del 18 de agosto de 1947, la explosión de un almacén de explosivos de la Base de Defensas Submarinas de la Armada. Un ruido ensordecedor, el cielo se cubrió de rojo y una gran parte de la cuidad quedó arrasada, varias barridas, la casa cuna, los astilleros de Echevarrieta y Larrinaga o el estadio de Mirandilla quedaron reducidos a escombros, en la memoria de pueblo de Cádiz quedó aquella noche.
Desde ese mismo día pero del año 2017, conmemorando el 70 aniversario del suceso, una exposición en una de las salas del Castillo de Santa Catalina se encarga de recordarlo a gaditanos y foráneos.
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