Cuando llegaba la Navidad allá por finales de los años 60 y principios de los 70, en nuestra casa podría haber más o menos, como en muchas de aquella época y familia numerosa, pero lo que no faltaba nunca era nuestro Portal de Belén. Nuestro padre se encargaba de confeccionarlo y a veces hoy día cuando voy a casa pienso, como podía caber con tanta gente y tan poco espacio; una gruta realizada con piedra arenisca, mucho lentisco y serrín, el papel de aluminio para el río y muchas figuras de variados tamaños, el mejor Belén. Quizá ese sea el motivo por el que llegadas estas fechas me gusta pasear entre Belenes, este blog está concebido sobre todo para que se llene de recuerdos y ese es uno de tantos bonitos que guardo.
El Belén de la Fundación Cajasol de Sevilla es uno de los más esperados cada año, el que colas más largas soporta, las espera merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog