Jerez de la Frontera es tierra de vinos, de flamenco, de caballos y de toros. Dejando a un lado mi opinión a favor o en contra de las corridas de toros, quiero compartir unos azulejos que me parecen muy interesantes y que se pueden ver en lo exteriores de su Plaza de Toros. Conmemoran los concursos de ganaderías celebrados entre los años 50 y 70 y en cada uno puede verse al toro vencedor y algo que me ha gustado es que he podido observar el indulto de varios de ellos, el diestro que realizó cada faena ganadora recibió su catavino de oro. Por último, comparto una imágenes de algunas viejas puertas y taquillas de la plaza ya que siento verdadera devoción por ellas.
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