Casares lleva a gala ser la cuna de Blas Infante, el padre de la patria andaluza. Nada más entrar en el pueblo te encuentras con su casa natal, un pequeño lugar, algo más vacío de lo esperado, a mi parecer. En los museos agradezco los paneles informativos pero si están acompañados por objetos antiguos, aquí son pocos los objetos. De todas formas el simple hecho de entrar en esa vieja y pequeña casa ya sientes que estás en un lugar especial, histórico.
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