La ermita de Santa Ana en Chiclana de la Frontera es un lugar de devoción que cada martes recibe la visita de numerosos creyentes armándose de valor para ascender su empinada pendiente. Fue construido en 1774 en la parte alta de la ciudad, en una situación privilegiada para observar la evolución de su pueblo en los 250 años que ahora se conmemora.
Boceto para la conversión de la ermita en panteón de militares franceses durante la ocupación.
Plano para la restauración en el año 1987
Cartel y programa de la festividad de Santa Ana en los años 70
Y la ermita en el arte
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