Las autopistas me parecen carreteras aburridas, por ese motivo cuando voy a algún lugar sin prisas las evito. Eso ha ocurrido hoy, camino de Sevilla he cogido la antigua Nacional IV, el cruce de las Cabezas de San Juan fue siempre de obligada parada para hacer el alto del desayuno, pero ahora sin el peaje de la autopista el tránsito de vehículos ha bajado y eso se nota en las ventas de la zona, unas han cerrado sus puertas y otras se ven prácticamente vacías.
La Venta Gálvez es una de esas que continúa abierta fiel a su historia, desde el año 1934, conocía la existencia de estos azulejos vinícolas realizado por la antigua Fábrica Mensaque Rodríguez y Cía, ha sido cuestión de tiempo ir a la caza de ellos.
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