"Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen": la frase de Julio Anguita tiene más significado si cabe aún en estos tiempos que corren.
La guerra deja un reguero de muerte y llanto por donde pasa. Nuestra maldita guerra, aquella en la que se mataron entre hermanos camina hacia el siglo en el recuerdo. Los niños de entonces, refugiados, se encargaron de plasmarla en sus dibujos y estos días se ha expuesto una muestra en el Centro Cultural San José de Puerto Real, eran los niños de la guerra, como los son hoy día otros muchos, en otros lugares.
Otra guerra, ésta mundial, inspiró la frase "Quién olvida su historia está condenado a repetirla", malditas sean.
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