En verano de 2021 al llegar a Casa Oliva en Sevilla observé con tristeza que el bar y toda la finca habían sido derruídos y pensé que seguramentes entre los escombros se iría el mosaico publicitario de Terry realizado en azulejos que durante años se mostraba en su fachada.
En mi última visita a la ciudad, escogí un bar para comer sin percatarme que entraba en el nuevo Casa Oliva. Cual sería mi sorpresa al observar que en una de las paredes del interior se había instalado el mosaico que creí abandonado a su suerte. Por suerte hubo alguien que actuó con coherencia, mis felicitaciones.
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