Nunca se me presentó la ocasión de comprar en un rastro algún cromo troquelado de chocolate La Colonial. Hasta que un vendedor sevillano en Chiclana de la Frontera que me conoce, me dijo cuando cogí este cuadro, ¡para tí te lo dejo barato!, y así fue, muy barato, apenas lo que cuesta un solo cromo sin enmarcar. Estos cromos aparecieron a finales del siglo XIX y principios del XX, y lo más cerca que los he tenido antes ha sido en algún museo o exposición, ahora podré disfrutarlo en casa incluso ya enmarcados.
Comparto páginaspertnecientes a un álbum donde aparecen algunos de los cromos que compré y que puede verse y descargarse en la Biblioteca Digital de Madrid.
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