El Diario de Cádiz se hace eco en el día de hoy en portada del cierre de uno de los comercios con más solera de la ciudad. A medio camino entre tienda de baratijas y kiosco por sus productos en venta, su propietario se ha encargado durante años de hacer reír con sus bromas, son famosos sus artículos, a paisanos y foráneos, lo que le ha hecho sentirse muy querido. Según el artículo del periódico, comenzó su andadura allá por el año 1982 y no ha tenido una sede única en estos años, aunque ni falta hacía, preguntar en Cádiz por El Millonario no tiene pérdida.
Su último emplazamiento cerca del baratillo dominical me hacía pararme un momento delante de su escaparate, para mirar los muñecos de Alborox, artículos de broma, trompos de madera, o el single del Trofeo Carranza como se aprecia en la imagen y cientos de pequeñas baratijas, no se si cuando vuelva el baratillo seguirá esperando comprador, si habrá echado el cierre.
Se va, cierra El Millonario, se va un trozo de historia de Cádiz.
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