Esta tarde me he encontrado con otro Seat 600, estaba aparcado a las puertas de uno de los talleres por cuyas puertas suelo pasar a menudo. Su dueño, a las puertas del taller, disfrutaba observando como los que lo veíamos al paso no podíamos ceder a la tentación de pararnos y recrearnos con él.
Estaba con la puerta del motor abierta por alguna revisión, por cierto ¡que temperaturas llegaban a coger los motores en la parte trasera de los coches!.
Por último decir que se nota que estos coches duermen en garajes, no tenía ni una pizca de barro.
Seat 600 E matriculado en Tenerife en 1970, 47 años le contemplan
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