Mi idilio con la radio viene de lejos, son muchas horas del día y de la noche en las que se convierte en mi compañera. Hoy día escuchar según que programa o cadena de radio te supone una etiqueta, por lo general la culpabilidad tiene tintes políticos. Pues bien, sin definir mis preferencias radiofónicas en según que horas, he de decir que en las mañanas del fin de semana escucho un programa que encontré gracias a que cuando viajo no siempre el dial de las ondas se mantiene, y un día encontré uno que no generaba esos problemas de corte y con él sigo.
Todo esto viene a colación por una historia que la conductora del programa en cuestión ha contado este pasado fin de semana: "En un mercadillo encuentro un reloj y observo que está parado en una hora y minutos, que curiosamente coincide con la hora y minutos de mi nacimiento, las 17:50, por supuesto lo compré y desde entonces me acompaña".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog