Cuando yo era pequeño, llegada estas fechas la elección era simple, montar el portal de Belén o el árbol de Navidad, o ambos en muchos casos. Hoy día la gama es más amplia, los soldados cascanueces y las atracciones anglosajonas con nieve y cansinas melodías, por ejemplo, han cambiado la decoración del hogar, hasta Papá Noel está siendo algo desplazado.
El pasado martes tuve la ocasión de visitar el Museo Cruz Herrera de la Línea de la Concepción, en el hall de entrada te recibe un gran diorama de un pueblo nevado, de estos que están sustituyendo al clásico Belén.
Comenzó Santa Claus y luego llegaron Halloween, Black Friday o el Oktober Fest, en una sociedad multicultural todo tiene cabida.
Es bonito en sí, está bien hecho, pero me resulta muy antipático porque representa una cosa centroeuropea, podrían haber buscado algo más nuestro, algún pueblo de la sierra con sus casas, árboles y montañas. Nada de patinadores de hielo ni renos ni bastones de caramelo. Mi opinión, claro, a otro le parecerá este mejor.
ResponderEliminarYo también pensé lo mismo en un principio, pero luego dije, está bien ver distintas representaciones, en la variedad está el gusto. Dicho esto estoy de acuerdo en la representación de nuestros pueblos de la sierra, no sería mala idea que lo tuvieran en cuenta.
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