sábado, 15 de octubre de 2022

Monedas

 El coleccionismo te aficiona a agrupar objetos que te gustan o simplemente te interesan en un momento de tu vida, luego puedes cambiar el rumbo y deshacerte de unas piezas que dejaron ilusionarte o colecciones que ya no te llenaban, pero aunque ya nos estén contigo materialmente siempre te quedarán en el recuerdo.

Uno de mis hermanos y yo, allá por los años 70', comenzamos a coleccionar monedas, al principio con las españolas de 5, 10 y 50cts., los dos reales, a partir de ahí, que trabajo costaba conservar las pesetas, porque no era guardar una, había que comprobar el año en las estrellas y eran muchas, y en esa época unos chicos a la edad de 14 y 15 años como nosotros no es que fueran muy pudientes. Sigo con los principios de esa colección porque son los que me vienen hoy a la memoria, pues como ocurre casi siempre, llega un momento en que la ilusión se pierde un poco y acabas acumulando, así que volvamos a esos inicios en los que guardábamos las pocas monedas de nuestra gran colección en los frascos vacíos de las cremas de Avón de nuestras hermanas mayores, las perras chicas y los reales junto con la moneda de 2,5 escudos portugueses que encontramos perdida en la calle. Dentro de esa gran colección, para nosotros había una joya, y es la que quiero rescatar hoy, dos monedas de la Conmemoración del Bicentenario de los Estados Unidos de América, la de 1/4 y 1/2 dólar que un día nuestro tío El Cartero nos regaló cuando le ayudábamos en sus trabajos de albañilería. Qué ilusión nos hizo recibirlas, las mirábamos y remirábamos, las guardábamos como lo que eran para nosotros, un tesoro. La numismática contempla monedas de incalculable valor, por su antigüedad, por ser de oro o por ser exclusivas, para nosotros hoy día esas monedas tendrían un valor igualmente incalculable por su valor sentimental.

Pasó el tiempo, nos fuimos haciendo mayores y la colección de quedó en casa, no sé dónde fueron a parar esas monedas de nuestro tío, si recuerdo que cuando aún las mimábamos, una de ellas se escapó de entre los dedos y cayó por un lateral en el interior del sofá de skay, no recuerdo si luego apareció, y ya más tarde les perdí el rumbo. Hoy por casualidad he vuelto a ver esas monedas en la web, la parte amable del coleccionismo me las ha traído de nuevo a la memoria, los recuerdos, de eso se trata.


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