Este año cumple su 50 aniversario El Pimpi, una bodega que ocupa un viejo caserón del siglo XVIII de la capital malagueña. Entrar en la bodega es hacerlo entre sus frescos patios y continuar por cada rincón de la estancia entre sus grandes barriles, infinidad de carteles de feria y taurinos, maquetas de barcos suspendidas del techo, antiguos muebles y azulejos. Las innumerables fotografías de famosos y su firmas en los barriles no dejan lugar a dudas de lo emblemático del recinto, degustar una copa de un vino blanco afrutado en la tranquila barra por la hora temprana, fue un buen colofón a la visita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog