Subiendo y bajando las cuestas del Rastro me encontré por sorpresa con todo un museo de telefonía en la Calle Arganzuela. Ayer encontré un artículo del diario El País del año 2008 que bajo el título "Viaje por los hilos de la historia" ya escribía entonces...
"existe un comercio en el cual se exhiben la prehistoria y la historia del teléfono, antes de su transformación en portátil. Un hombre hecho a sí mismo, José Antonio Rodríguez, de 61 años, lleva dos décadas coleccionando teléfonos históricos que exhibe en el escaparate y en el interior de su establecimiento, verdadero santuario de la paleotecnología de las comunicaciones."
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