Cooperativa Virgen de la Caridad

 Las viejas bodegas aglutinan todo aquello que me interesa, sus elementos publicitarios, rótulos y cartelería, azulejos y cerámica, antigüedades en forma de envases o aperos en las faenas del campo o la propia bodega, y cómo no, de vez en cuando acabar con una copa de vino. Hace unas semanas visité exteriormente las instalaciones de la bodega la Cooperativa Virgen de la Caridad en Sanlúcar de Barrameda y me encontré con dos espacios muy distintos, una parte con plena actividad, venta de vinos e incluso una pequeña gasolinera pública en su patio e inaugurada en 1958 y otra más reciente, de 1977, cuyas instalacioenes se encuentran abandonadas y el patio se utiliza como aparcamiento. Ambos espacios me resultaron muy atractivos y conservan elementos que forman parte de la historia vinícola de la ciudad. En esta ocasión no hubo copa de vino, como ocurre en la mayoría de las ocasiones.