Se acaba la temporada alta del Salón Italiano, una más desde que se establecieran en Cádiz sus dueños llegados desde Madrid en 1940. Hoy día con su hijo y nietos al frente, su estética exterior mantiene la que tuvo en sus inicios, salvo los rótulos, y su producto estrella un año tras otro sigue siendo el Topolino (barquillo de helado de nata recubierto de chocolate crujiente).
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