Impresiona observar desde el exterior el Pazo de Liñares, a las afueras de la localidad pontevedresa de Lalín. Cuando accedes a su interior el señor de la recepción muy amablemente te habla sobre la casa señorial, de la que dice que nos sintamos como en casa, y las colecciones que alberga, pero cuando comienzas la visita el mundo se detiene, vuelves a sentirte niño entre tantos juguetes, entre tantas joyas, las más de 1.000 piezas de la colección de A. Chaves no dejan indiferente al visitante en un paseo por las tres salas de su planta baja que no podían estar mejor aprovechadas divididas en secciones dedicadas al cine, el circo o el transporte entre otras, ya en la planta superior toca el turno de las marionetas y los cabezudos.
Volviendo al señor de la recepción, al entrar nos comentaba que podíamos coger toda la fruta que quisiéramos de los muchos árboles del pazo, perales y manzanos, y hasta nos facilitaba una de las bolsas que tenía preparadas para ello. Una visita de lo más dulce de principio a fin.
https://turismo.lalin.gal/es/museos/-/asset_publisher/CbIOk6WtGWL1/content/id/96923
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