Una del oeste

 A menudo disfruto en mi guarida de alguna película del oeste, es otra de esas aficiones heredadas y generalmente suelo visionarlas al igual que el sheriff Gary Cooper, "Solo ante el peligro", que el cine del oeste no tiene muchos adeptos en casa. Mientras disfruto de ella, no puedo dejar de mirar alrededor y observar la colección que me rodea. Y es en esta soledad, cuando a veces aparecen pensamientos encontrados sobre mi colección, ¡Qué será de ella el día de mañana!. Afloran sin motivo aparente, otras condicionados por videos que últimamente se publican en otros canales, publicaciones de éste mismo, conocidos que se quedan en el camino o incluso el comentario de alguien, todo ello te hace recapacitar. Una expresión sin ninguna intención ¡Tu tocas todos los frentes!, te lleva a darle vueltas a la cabeza, y como si de Paul Gauguin se tratara me asalta el pensamiento que da nombre a una de sus famosas obras "¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?". 

 Tuve una colección impresionante de insignias olímpicas y basket, me deshice de ella cuando calculé los años que hacía que no abría los estuches donde se 'almacenaban', nunca mejor dicho. Hoy día tengo una colección más modesta a mi parecer, que prácticamente tengo a la vista cada día, que pudiera parecer de los más ecléctica, que lo es. Comenzó con unas figuras del oeste, soldados de plástico y coches a escala, luego se ha ido incrementando con pequeños juguetes, alguno no tan pequeño pero tampoco aparatoso, la escuela, objetos de publicidad que forman parte de mis recuerdos, tebeos... me detengo aquí para no cansar. Verdaderamente ¡toco todos los frentes!, una colección que todavía no me ahoga, y que prácticamente la disfruto solamente yo, salvo mi mujer que pasa horas junto a mi en la habitación en su espacio donde da rienda suelta a la creatividad, pocas personas más suelen verla.

 Voy a poner un par de ejemplos que no tienen nada que ver con el coleccionismo. Un gran amigo, ornitólogo desde su juventud fotografía aves, excelentes imágenes que a veces publica en forma de libro. Por otra parte, en casa, un familiar tiene el jardín que da gloria verlo, siembra, resiembra, poda y las riega por supuesto y así cada día, cada temporada. Son sus hobbies, los disfrutan, sin pensar que pasará después, seguro que ellos no dedican un solo minuto a pensar que será del material fotográfico o sus plantas en un futuro lejano. Las aficiones, cualesquiera que sean, te ayudan a mantener una ilusión día a día.

 Como he dicho tengo una colección que prácticamente nadie conoce, salvo los objetos que comparto con los amigos que siguen mi blog, pero no puedo pretender que lo que a mi me fascina, mi modestísimo museo, resulte atractivo para los demás, de vez en cuando, muy de vez en cuando, alguna visita de cortesía y poco más. Si es ahora, cuanto más el día que falte. Veo cada semana en los rastros cantidad de fotografías anónimas a la venta, esparcidas sobre una manta, que han plasmado parte de una familia, de su vida, eso es si que es muy triste y no cuando aparezca un montón de cacharros.

 Acabo ya, que conste que estos pensamientos cuando los escribo me sirven como terapia, para sacar fuera esos oscuros pensamientos con los que comenzaba, mi curación, después de dejarlos escrito y releerlos, vuelvo a estar preparado para continuar con esta afición que me da la vida, que más da cuando no la tenga. Vuelvo con Gauguin "¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?", que más me da, tan solo pretendo disfrutar el presente, solo eso, cada cual lo vive a su forma. 

 Para ilustrar esta parrafada quizá algo deslavazada, y ya que comenzamos hablando de películas del oeste, he escogido esta imagen de unos libros de aventuras de series que marcaron a mi generación, y lo hago porque a diario solo veo sus lomos, son un ejemplo de la parte de la colección cuyas magníficas ilustraciones, por razones obvias, no se encuentran a la vista. Estos libros conforman mi filosofía de vida para con la colección, rebusco entre trastros cada fin de semana, adquiero aquello que me interesa para conservarlo y lo preparo para una vida mejor, sea cual sea.

 Una del oeste