Desde el centro de la ciudad hasta la estación ferroviaria hay un buen trecho, pero había que armarse de valor, no quería dejar escapar la ocasión de volver a visitarla, la recordaba de un viaje de hace años.
La estación de tren de Toledo de estilo mudéjar fue inaugurada en 1858 y reemplazada en 1918 por la actual declarada Bien de Interés Cultural, la última restauración data de hace veinte años, actualmente se realizan obras en el saneamiento que afectan al exterior del edificio. Su interior sigue conservando la belleza con la que la recordaba donde sobresalen su antigua taquilla fabricada en maderas nobles y sus vidrieras llenas de colorido.
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