Ayer decidimos huir de un nuevo domingo con viento de levante y viajar hacia el rastro de Guillena (Sevilla). Pero quien huye de Dios huye en balde, al llegar encontramos igualmente algo de viento, pero menos, y además en el transcurso de nuestra visita algunas gotas de lluvia metían el miedo en el cuerpo a más de uno, vendedor o comprador, menos mal que no fue a más.
Leo continuamente en redes sociales comentarios acerca del bajón que semana tras semana se deja sentir en el rastro de Guillena, y hoy doy fe de que son ciertos, los múltiples espacios vacíos son más que evidentes. Una lástima, en fin, este rastro dominical durará lo que tenga que durar.
No siempre el haber un menor número de vendedores va asociado a menor calidad a los artículos en venta, estas imágenes son una muestra de los más interesante que encontré. Por cierto, el cuadernillo de 'Consejos a los usuarios Seat' se vino conmigo, ya compartiré algo de su interior, me parece de los más curioso.
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