Hay que mentalizarse que no todo van a ser Juegos Olímpicos, así que nada mejor que salir a primera hora y tomar el fresco en el rastro. El planning de hoy de nuevo en primer lugar visita al baratillo de Cádiz para echar el resto luego en Chiclana. Todos mis pensamientos se fueron al traste en lo que al fresco se refiere, y es que si a las 8,00 de la mañana en Cádiz que prácticamente es una isla ya hace un calor inusual más no va.
Unas pocas máquinas de coser de juguetes de algún o alguna coleccionista han caído en manos de Juan, un vendedor al que para preguntar por alguna pieza tengo que estar desesperado, todos en el baratillo, incluido él, saben de su fama de carero, de ahí que no le preguntara por el Gran Colt 49, sobre todo por su bonita caja, temía que me disparara, jeje. De Cádiz me traje el libro de Historia de la Gente de Mingote, la primera edición de 1955, ahora tendrá que pasar por el taller para recomponerle el lomo, una pieza muy interesante.
De vuelta en Chiclana me he encontrado un rastro a medio gas, no recuerdo otras temporadas de verano con tanta ausencia de vendedores y eso que mucho jerezanos han optado por acercarse por estos lares. Lo más destacado, las figuras del capitán Trueno y amigos a un precio inasumible y ese mueble de cocina a un módico precio de 80€, por el interés que observé creo que el vendedor no lo carga de vuelta. Por cierto cuando ya me iba para casa, el viento de levante se hacía fuerte, eso era lo que abarruntaba el calor de primera hora en la capital
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