Mañana de rastro en Jerez, vuelta a la cruda realidad, a la que deja la espantada habitual de vendedores o las muestras continuas de un Ayuntamiento que no tiene en mucha estima este mercado dominical. La última, hacerlo coincidir, con pocos metros de distancia, con la bendición de los animales de compañía, con el lógico caos de los vendedores reubicados. Varios amigos me comentan a veces que el Ayuntamiento está loco por 'cargarse' el rastro y tengo que darles la razón. Por lo demás hoy la mañana ha amanecido con una temperatura acorde con las fechas lo que es de agradecer, que ya llegará el calor cuándo le toque. Comenzamos con el clásico proyector de cine Nic.
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