"- Llego a un puesto del rastro y cogiendo esta bola pregunto;
- ¡Oiga que precio tiene la bola!,
- Sin mirar me responde el vendedor ¿Qué bola?,
- Ésta de billar, le respondo.
- El señor levanta la cabeza y me pregunta, ¿Donde estaba eso?
- Aquí mismo, le respondo señalándole el lugar,
- Ni sabía que estaba ahí, me dijo, dame 1€."
Esta conversación es típica de una mañana de rastro, otras veces hay que regatear algo, en esta ocasión era imposble. Por supuesto me la traje conmigo, y he de decir que por sus marcas de roces aparentemente se ha jugado mucho con ella, eso la hace más interesante aún.
Yo de joven era más del billar francés (carámbolas), lo encontraba más desafiante, menos fortuito. Pero no dejo de reconocer que el billar americano (pool) resultaba bastante más atractivo, sobre todo cuando no eras precisamente un maestro del juego de las tres bolas.
Embocar en una tronera (hoyo) la bola 8 en el billar americano puede significar derrota o victoria según se lleve a cabo durante la partida o al final de ésta. Por supuesto no tengo billar en casa, tan solo esta bola, y conseguirla me parece ya toda una victoria.
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