Un pequeño sobrino nieto por parte de mi mujer me conoce por "el tito de arriba" haciendo referencia al lugar donde paso largas horas dedicado a mis aficiones. Le encanta subir y ver las distintas vitrinas de la colección, la ilusión que refleja su cara no tiene precio, sonrío al pensar lo que daría por pillar los coches a escala, unas de sus fijaciones. Un familiar me comentó no hace mucho que tengo demasiadas cosas, puede que sea cierto, seguro que lo es, si en algún momento esto me hizo pensar, cuando el pequeño sube a ver al "tito de arriba" y veo su cara esos pensamientos desaparecen de mi mente.
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