Mi mujer tenía tiendas que visitar y yo mientras paseos y museo, aconsejo visitarlo de vez en cuando, es encantador. Luego ya juntos mercado y bar típico, como casi siempre. Parece mentira con la de visitas que habré realizado a Cádiz capital y no haber estado nunca en Taberna La Manzanilla, no tiene perdón. Esta taberna está abierta desde principios de siglo XX, aunque en su interior reza 'casa fundada en 1.744' y para aquel que no la conozca, le recomiendo tomar una manzanilla, o cualquier vino más dulce, con sus dos aceitunas por copa, perdón por vaso con culo gordo, más típico aún. Estar sentado tras de los barriles mientras vemos y oímos ensayar coplas de todo tipo al autor de coros de carnaval Faly Pastrana, solo con su guitarra, es algo sin par, casi un concierto para nosotros dos, ni siquiera en su paso por el aseo dejó de cantiñear. Un ratito de lo mejor, prometo repetir.
Recuerdos del pasado, lugares, juguetes, coleccionismo y todo aquello que te haga echar la vista atrás.
domingo, 5 de agosto de 2018
Taberna La Manzanilla, Cádiz
La mañana de ayer sábado en Cádiz era como estar en un microclima, nada tenía que ver la temperatura que nos acogió con la que dejamos atrás y no abrazó luego a la vuelta en Chiclana, una delicia.
Mi mujer tenía tiendas que visitar y yo mientras paseos y museo, aconsejo visitarlo de vez en cuando, es encantador. Luego ya juntos mercado y bar típico, como casi siempre. Parece mentira con la de visitas que habré realizado a Cádiz capital y no haber estado nunca en Taberna La Manzanilla, no tiene perdón. Esta taberna está abierta desde principios de siglo XX, aunque en su interior reza 'casa fundada en 1.744' y para aquel que no la conozca, le recomiendo tomar una manzanilla, o cualquier vino más dulce, con sus dos aceitunas por copa, perdón por vaso con culo gordo, más típico aún. Estar sentado tras de los barriles mientras vemos y oímos ensayar coplas de todo tipo al autor de coros de carnaval Faly Pastrana, solo con su guitarra, es algo sin par, casi un concierto para nosotros dos, ni siquiera en su paso por el aseo dejó de cantiñear. Un ratito de lo mejor, prometo repetir.
Mi mujer tenía tiendas que visitar y yo mientras paseos y museo, aconsejo visitarlo de vez en cuando, es encantador. Luego ya juntos mercado y bar típico, como casi siempre. Parece mentira con la de visitas que habré realizado a Cádiz capital y no haber estado nunca en Taberna La Manzanilla, no tiene perdón. Esta taberna está abierta desde principios de siglo XX, aunque en su interior reza 'casa fundada en 1.744' y para aquel que no la conozca, le recomiendo tomar una manzanilla, o cualquier vino más dulce, con sus dos aceitunas por copa, perdón por vaso con culo gordo, más típico aún. Estar sentado tras de los barriles mientras vemos y oímos ensayar coplas de todo tipo al autor de coros de carnaval Faly Pastrana, solo con su guitarra, es algo sin par, casi un concierto para nosotros dos, ni siquiera en su paso por el aseo dejó de cantiñear. Un ratito de lo mejor, prometo repetir.
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