Una ruleta de barquillero, chapas metálicas de tasas municipales y seguros, un viejo proyector cinematográfico junto a una maleta forrada de programas de mano que ves nada más entrar en el museo dentro de un especie de escaparate, para acabar con una urna del siglo XIX para ejercer el voto del diputado Nicolás Salmerón Alonso. Son algunos detalles que no quería dejar en el olvido.
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