Encontrarte a poco más de media hora de Mérida y no darte una vuelta por la ciudad es un pecado y como no somos de pecar pues al salir de la Feria nos dirigimos hacia la capital de Extremadura.
En la Plaza de España junto al lugar donde degustamos unas migas y un rabo de toro deliciosos, El Callejón de la Plaza, se encuentra
La Confitería Gutiérrez con casi dos siglos de antigüedad, un lugar que es una delicia para la vista, como si el tiempo se hubiese detenido ante sus puertas, lástima que estuviese cerrado y no pudiese comprar algunos de sus famosos caramelos
La Mártir Santa Eulalia.
Otro lugar de disfrute para la vista, mi vista, es el comercio
Feliciano Becerra e hijos, situado en la céntrica calle comercial Santa Eulalia, sus actuales escaparates conviven con los impresionantes azulejos de su fachada. Chocolate Amatller, Jabones Miró, Champan Ezcaba, Anís Las Cadenas, Chocolates Lloveras, Anís del Mono y Coñac Domecq, publicidad de otros tiempos sobreviven en pleno siglo XXI.
Cientos de personas peregrinan en Semana Santa hacia este lugar
en busca de sus famosos caramelos
Aunque con los años que los contemplan nos están mal del todo,
estos azulejos merecen un mejor cuido por parte de quien corresponda.
