Te despiertas temprano y dices, vámonos al rastro de Fuengirola, esos son los mejores planes, sin pensarlo, poco más de dos horas de coche desde casa. Hacía tiempo que no planeábamos nada para un fin de semana, la meteorología ha tenido mucha culpa, y ya necesitaba romper rutinas.
He de decir que prácticamente me he venido de vacío de tierras malagueñas, pero eso es lo de menos. Estoy seguro que pasear por algún rastro aporta algún tipo de vitamina aconsejable para la salud, un día alguien realizará algún estudio que confirme mis palabras. Bromas aparte, personalmente me sienta bien dar esos paseos, por unas horas se olvidan preocupaciones y algún dolor que puede estar dando la lata, si me apuran diría incluso que actúan como placebo.
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