Llevo alrededor de 40 años visitando el baratillo de Cádiz y a pesar de la decadencia que arrastra desde hace tiempo no me resisto llegada la temporada de verano a seguir visitándolo. El mar que la rodea, hace que Cádiz siempre soporte unas temperaturas más agradables cuando el calor asfixia, ese es además un argumento de peso. De regreso me he acercado al ardiente rastro de Chiclana, aquí lógicamente la visita ha sido más rápida. Entre ambos rastros he captado estas imágenes de aquello que más interés o curiosidad ha despertado en mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en mi blog