Las Puertas de Tierra de Cádiz datan del siglo XVIII y son el último reducto de aquellas murallas que fueron entrada de la ciudad. Declarado Bien de Interés Cultural, exteriormente se puede observar su belleza, con el torreón majestuoso desde las alturas, pero otra cosa es su interior. Parte de sus bóvedas albergan el Museo del Títere y el Museo Taller Litográfico, el resto sufre un total abandono.
Me parece una verdadera vergüenza que aquellos gestores en los que la ciudadanía ha depositado su confianza para que entre cosas gestionen el patrimonio de la ciudad hagan como aquel que barre y esconde las miserias bajo las alfombras, el resultado; bóvedas casi en ruinas y convertidas en trasteros. Así lo denuncia en sus páginas Diario de Cádiz.
