Comencé mi colección de juguetes a una edad tardía, bien entrados los 50 años, sin grandes pretensiones, a partir de cero, sin tener ningún ejemplar con el que disfrutara en mi niñez. Diez años después cada vez que consigo alguna pieza siento una alegría tremenda, podría gastarme una pasta y comprarlos en ferias de juguetes o portales de coleccionistas, pero seguro que eso no me haría feliz, prefiero confiar en el azar, pasear por un rastro y tener la posibilidad de encontrar por ejemplo, una hoja de instrucciones perteneciente al Land Rover militar de Geyperman, algo que seguramente podría parecer insignificante para cualquier otro a mí me hace genera una gran satisfacción.
Tenía el ladn rover Geyperman hasta hace poco, el color arena, y se lo regalé a mi querido hermano para un buen diorama que se se montó, jajaja.... un piezón, abrazos
ResponderEliminarUn diorama a lo grande, jajaja. Regalar es mucho mejor que tenerlos embalados. Un abrazo
Eliminar